sábado, 30 de noviembre de 2019

CAOS EN LAS REMUNERACIONES DEL SECTOR ESTATAL EN EL PERÚ

 Abog. Jorge Eduardo Silva Melgarejo
Resulta que en nuestro país existe un caos en el sistema remunerativo en el sector estatal generado por la clase política retardataria y tradicional que ha hecho de la desigualdad y el abuso su modus operandi para afectar y empobrecer a los grandes sectores laborales dependientes del estado peruano, mientras que favorece irracionalmente a un pequeño grupo laboral que los enriquece legal pero indebidamente.
Sin duda alguna, el sistema democrático es uno de los mejores sistemas políticos que el hombre ha ideado para gobernar y ser gobernado y en nuestra patria se ha implementado este régimen, pero lamentablemente ha sido tomado o secuestrado por delincuentes políticos que han hecho de nuestro Perú un país atrasado y todavía en vías de desarrollo o tercer mundista, pese a tener una gran cantidad de riqueza natural que viene siendo misantrópicamente exportando sin ningún valor agregado y que la distribución de la riqueza es arbitraria y que llega como una de sus formas a través del sueldo a sus trabajadores.   
Todo aparato administrativo requiere de políticos, profesionales, técnicos, auxiliares y otros  para su funcionamiento y esto requiere una inversión en sueldos que debe desembolsar el estado, así se ha hecho en el pasado, sigue en la actual e incluso será así en un futuro prolongado, estas remuneraciones generalmente son de manera mensual y justamente en este aspecto es que se ha presentado una tremenda desigualdad en la distribución de la riqueza que produce nuestra patria.
Para todos es conocido que los poderes políticos: ejecutivo, judicial y legislativo vienen siendo seriamente cuestionados en sus niveles más altos, justamente y paradójicamente han sido ellos (los más beneficiados) quienes han reclamado aumentos de sueldos o se han quejado de lo “poco” que supuestamente ganan, tal es el caso de la tristemente célebre  frase “Estoy Chiuan” como burla a la congresista Leyla Felícita Chihuán Ramos quien se quejó porque el altísimo sueldo de congresista no le alcanzaba para su ritmo de vida, por ello el pueblo sabio le ha creado memes, canciones, calzones, polladas de burla, osea que existe un gran resentimiento del pueblo porque pocos funcionarios y servidores ganan mucho, mientras que la mayoría de funcionarios y servidores ganan poco o muy poco como he indicado, asimismo el juez supremo Vicente Walde Jauregui (Presidente de la OCMA) dijo que su sueldo líquido de veintisiete mil soles mensuales  era insuficiente y reclamó descaradamente que se debería realizar un aumento a su sueldo, de la misma forma el ejecutivo peruano con Mercedes Araoz vicepresidenta del Perú pidió la actualización y sinceramiento de los sueldos porque estaban congelados más de diez años y amenazó y justificó tácitamente a hacer lobbies y hacer trampas por los sueldos de veintiún mil soles mensuales que ganan (sin contar todos los beneficios económicos mensuales que ganan).
Bueno, la verdad que el descaro, la sinvergüencería de estos sujetos reclamando más sueldo, más aumento cuando ya los tienen bien elevados es preocupante, pero más preocupante es que en el grueso del sector estatal se mantengan los sueldos de miseria  para la mayoría de trabajadores estatales que tienen ingresos paupérrimos y minúsculos y esto se viene arrastrando año tras año y no hay signos de mejora, ni reforma, existe un desequilibrio de sueldos el sector estatal que debe ser urgentemente reformado, para conseguir la ansiada igualdad y/o equidad en el trato que se les da a los trabajadores, existe una brecha enorme entre los que más ganan con los que menos ganan, esta brecha debe disminuir urgentemente y reducirse al máximo, no se puede continuar con semejante injusticia remunerativa, se tiene que buscar un mecanismo para neutralizar que por ejemplo los propios congresistas se suban sus sueldos, es inaudito, puede ser legal, pero es en esencia corrupto, ¡se les tiene que quitar esa atribución!, se necesita gobernantes que no se suban los sueldos porque sus sueldos ya son altos, altísimos, por el contrario deben de subir los sueldos de los que menos ganan, ¡ni siquiera estoy proponiendo que se les baje los sueldos astronómicos de la minoría privilegiada!, lo que sí estoy proponiendo es que en efecto se mantengan congelados los pingües sueldos de los que más ganan en el sector estatal, hasta que se reduzca esa brecha enorme y se equilibren los sueldos a los que menos ganan que son la mayoría y así mejorar la calidad de vida de cada uno de ellos. 
Se necesita implementar un sistema único de remuneraciones en nuestra patria, cada funcionario pendenciero en Lima que quiere elevar los sueldos a ciertos sectores, le saca la vuelta a la ley, consignando  términos como “bono de productividad”, “plush”, etc, que no son pensionables, pero que en realidad es dinero, es cash, y que beneficia a la minoría de los trabajadores. esto es un solo aspecto, pues no analizamos la deuda económica interna que tiene el estado a los trabajadores que años y años no les paga.
Por otro lado, no podemos olvidarnos de nuestros ancianos, que son los más perjudicados pues sus pensiones son verdaderamente de hambre para el grueso de ellos, sólo un pequeño grupo de jubilados o cesantes tienen la fortuna de recibir más de una UIT (S/.4,200.00) mensual  como pensión, lo que es injusto pero legal, por lo que también tiene que urgentemente ser reformado, se les tiene que aumentar los sueldos a nuestros cesantes y jubilados, sí o sí, nuestra democracia secuestrada y controlada por la corrupción y el abuso debe ser limpiada y renovada para reivindicar a la mayoría de los trabajadores, cesantes y jubilados de nuestra nación, al final la riqueza que produce nuestra patria es de todos los peruanos y debe ser justamente distribuida y no sólo un minúsculo grupo debe ser  beneficiado.     
               (Publicado en la Revista “Actualidad Ancash”, noviembre del 2019, año 12, N° 253)