miércoles, 25 de agosto de 2010

LA CRIMINALIDAD EN HUARAZ

Desde el terremoto del 1970, a la fecha Huaraz como capital de la región de Ancash, viene experimentado permanentemente múltiples cambios y por supuesto el índice de la delincuencia se multiplica y crece alarmantemente, siendo los más perjudicados los ciudadanos y ciudadanas honestos que son vulnerables, frente a ello, las instituciones tutelares de la sociedad y del estado hacen lo que pueden para contrarrestar tales actos, en muchos de los casos, sin éxito o de manera deficiente, ello hace que se reconciba aspectos e instituciones con nueva filosofía de defensa y servicio a los ciudadanos.

Ahora bien, El ministerio público, el poder judicial, la policía, los vecinos de manera individual y en forma organizada necesitan coordinar y aunar esfuerzos para afrontar este mal. En principio el estado no puede sustraerse de esta responsabilidad, tiene que dotar de tecnología a estas instituciones para que mejoren la atención al público, por ejemplo, es inconcebible que en las investigaciones preliminares efectuadas por la Policía Nacional (DIVINCRI) en algunas camiserías aún se utilizan máquinas de escribir para las manifestaciones y la elaboración de los atestados policiales, esto debe de cambiar inmediatamente, (en la mayoría ya se utilizan computadoras, pero las investigaciones siguen demorándose, básicamente por el factor persona) en el Ministerio Público y el Poder Judicial se puede apreciar la implementación con tecnología (o sea el uso de computadoras e impresoras, INTERNET, programas con el SPIJ), sin embargo, en todas las instituciones mencionadas podemos notar algo en común: la demora y la burocracia, fenómenos que obstaculizan y desprotegen al ciudadano, por lo que se requiere sendas reformas en cada una de estas instituciones, para que de esta manera nuestro departamento nos brinde la seguridad y justicia que buscamos.

Dentro de la ciudad, por ejemplo, se produce el hurto y/o robo de los tapas y rejas del alcantarillado permanentemente y la situación continúa, sin que ninguna autoridad pueda frenar este ilícito (relativamente fácil de controlar), los asaltos a la tiendas y bodegas se producen y difícilmente se identifica o se captura a los autores, los agraviados por los delitos de lesiones, requieren de pagos por el examen médico – legal, también se tiene que pagar un boleto para poder ser atendido por emergencia en el Hospital de Víctor Ramos Guardia de Huaraz, los fiscales difícilmente denuncian a los agentes cuando escuchan ilícitos por los medios de comunicación masiva, en la gobernación el propio accionante es requerido para que notifique a la persona imputada o tiene que efectuar el pago por notificación de manera obligatoria, sino nunca notifican al agresor, la Policía Judicial ni siquiera puede notificar válidamente a los procesados y menos puede realizar las capturas de los que se encuentran requisitoriados, en el Poder Judicial los procesos penales prescriben por el paso del tiempo y por la lentitud que le caracteriza premiando de esta manera a los delincuentes, consolidando el fracaso de la política criminal del estado en nuestra ciudad y la sistemática vulneración total al principio de celeridad de los procesos penales, los fiscales y jueces imponen penas mínimas a los culpables pudiendo aplicar penas máximas, favoreciendo y protegiendo la comisión de delitos.

En las zonas rurales de nuestra región, el abigeato está a la orden de día y en las carreteras y pistas se producen asaltos de grandes magnitudes cada cierto tiempo, al final son pocos los detenidos y procesados y menos los hallados culpables mediante sentencia; se producen accidentes de tránsito con consecuencias fatales por el poco control de la Policía de Tránsito, casi todos los vehículos interprovinciales, por ejemplo, no tienen cinturones de seguridad en todos los asientos, para todos los pasajeros, solo tienen cinturones de seguridad para el chofer y el asiento de al lado, pero pese a ello circulan sin problemas a vista y paciencia de la policía de tránsito, dentro de la ciudad de Huaraz, existen vehículos que circulan con la placa de rodaje despintada e invisible, y no pasa nada, etc.

Todo esto conlleva a que los ciudadanos y ciudadanas desconfíen y en muchos de los casos no recurran a los órganos de administración de justicia y apliquen otras soluciones: aún más en muchos lugares agraviados toman la justicia con sus propias manos, no olvidemos el caso de los asaltantes de cables que fueron castigados y fueron exhibidos semidesnudos por la ciudad; todo esto como desembalse de la población cansada de la inacción del Estado, debido a la ineptitud de los órganos tutelares, estos hechos son el claro reflejo de que la administración de justicia sigue lenta y deficiente y esto continúa así.

En esta medida, invocamos y recalcamos a las autoridades competentes a solucionar e implantar reformas en sus Instituciones (… y a su personal) a las que representan para lograr eficiencia y se neutralice a los malos ciudadanos que cometen ilícitos penales. Por otro lado, (como complemento a las acciones del estado) todos nosotros nos vemos en la imperiosa necesidad de apoyar la lucha contra la criminalidad, por lo que usted tiene la obligación moral y legal de denunciar inmediatamente la comisión de delitos que usted sea testigo y comunicar a la policía nacional (comisarías) y al SERENAZGO; aunque sabemos que se tardarán muchos minutos incluso horas para apersonarse al lugar de los hechos, sin embargo no podemos dejar que gente inescrupulosa siga haciendo de las suyas.