domingo, 16 de mayo de 2010

LOS DESAPARECIDOS DE COCHAPETI Y LA POLITICA CRIMINAL EN ANCASH

Todos hemos sido testigos de la desesperación de los familiares de los campesinos desaparecidos el 31 de marzo del presente año al no encontrar a sus seres queridos ni vivos ni muertos a manos de los abigeos en las alturas cumbres de la provincia de Recuay, los familiares de los desaparecidos y conciudadanos que con toda razón vinieron a Huaraz por varios días en protesta para exigir a las autoridades le presten la atención que le corresponde como derecho que tienen por ser ciudadanos peruanos como todos nosotros y no por un favor como se podría interpretar de manera equivocada.

Este hecho pone a la luz pública la real situación descuidada en la que se encuentra la política criminal en Ancash, gracias al desinterés y negligencia de las autoridades políticas, judiciales y policiales de nuestra zona quienes deben de velar por la seguridad de la población en general ya que podemos ser potenciales víctimas de la delincuencia.

En este caso, tiene especial función la Policía Nacional del Perú (DIVINCRI) pues ellos debieron de reaccionar de inmediato con una estrategia que asegure no sólo la integridad de los campesinos que fueron a rescatar sus ganados que habían sido sustraídos, sino también capturar a los abigeos. Pero esto era fácil de pronosticar que era muy difícil, pues nuestros respetados policías son más de gabinete y no de las calles o cerros, no se tiene conocimiento que hagan largas caminatas de práctica por las alturas o quebradas de las ciudades o provincia como parte de su trabajo y estrategia contra el crimen, máxime si es de conocimiento público que por esa zona existen gran cantidad de abigeos y siempre hacen de las suyas.

En efecto, esto se ha visto con preocupación, la policía tuvo una reacción tardía e incompleta, eso es el problema, a ello se suma el desinterés de los altos mandos de la PNP ¿y por qué digo ello? Porque están acostumbrados a trabajar en la ciudad y a movilizarse a carro, es más nuestra policía no cuenta con helicópteros, En Huaraz por lo menos debemos tener 5 helicópteros y en las demás provincias debe de haber por lo menos 1 en cada una de ellas, pero esto se consigue con planificación y con trámite específico ¿cómo la policía no va a tener helicópteros en estos tiempos? ¡No puede ser! y no sólo la policía debe tener helicópteros sino también los hospitales para poder trasladar a los heridos de gravedad a Lima u otras ciudades que se necesite y donde hay especialistas en diversas áreas o infraestructura que no hay en nuestra ciudad. En todo caso las entidades públicas podrían firmar convenios para poder prestarse y utilizarlos en caso de emergencia.

Con mucha pena hemos podido comprobar que nuestra policía local no tiene siquiera botes para ingresar a nuestras lagunas, menos podrán nadar en ella, justamente porque estos aspectos están descuidados, en estos lugares nuestra policía debe actuar como en casa y no debe ser nada raro ni difícil ya que esas zonas están en nuestra jurisdicción. Hemos esperado que vengan de la marina con sus botes para hacer la búsqueda de los campesinos desparecidos en las lagunas, porque corrían bolas que habían sido arrojados en dichos lugares.

Y los políticos tienen más responsabilidad aún, en Recuay se ha visto a un congresista de Ancash (no mencionamos su nombre para no hacerle publicidad) justamente tratándose de “identificar” con este caso, pero lo percibimos como ayudante de los marinos, para aparecer en los medios de comunicación como el salvador y el que sí se preocupa por el abigeato, pero lo que ha sucedido con nuestros hermanos campesinos desaparecidos no puede ser utilizado vilmente por los políticos para ganar réditos políticos, y no se trata de que un congresista llegue a figuretear; los congresistas están para aprobar leyes sobre política criminal en nuestra región con sus características propias que tiene. La responsabilidad también lo tienen el presidente regional y los alcaldes que también han descuidado todo lo referente a la Seguridad Ciudadana que en la actualidad se encuentra incipiente en nuestra región.

En el aspecto jurisdiccional también se ha visto falencias, pues el persecutor de delito que viene a ser el Ministerio Público no ha estado a la altura de la circunstancia, no ha movido sus fichas con la rapidez y en el lugar adecuado como debió hacerlo y a estas alturas y por las semanas que han transcurrido las pruebas de este caso ya se han diluido o se han desaparecido intencionalmente y será muy difícil identificar a los autores del posible crimen contra estos campesinos desaparecidos. No obstante ello, siempre se espera que un crimen se esclarezca y no quede impune por la falta de una política criminal que garantice a los ciudadanos el pleno ejercicio de sus derechos.